Eduardo DermardirossianEn este capítulo el titular le ofrece a los lectores algunos de sus artículos, unos publicados y otros no, que quieren describir la realidad. Y también unos trabajos en los que intenta desentrañar perplejidades.
Somos Cáucaso y somos Pampa
Trabajos en los que Dermardirossian analiza la realidad social e institucional de los armenios del Río de la Plata. Interculturalidad y lengua, identidad e integración, genocidio y Derechos Humanos y otros asuntos son objeto de análisis; entre ellos, la realidad geopolítica de Armenia y su región.
.Heráclito y el río
Entre mayo de 2000 y julio de 2003 el titular dirigió el semanario Heráclito Filosofía y Arte, que distribuyó 165 entregas por correo electrónico. También sus suplementos Café Filosófico y Jacinto Azul. Ahora ofrece parte de ese material reeditado y con un nuevo nombre.
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Último Testamento
De cuando Dios y Satanás se reunieron y de la Segunda Creación
Ensayo utópico de Eduardo Dermardirossian. Primera edición gráfica, Dermarte, Buenos Aires 2000.
Cuentos para niños
El mismo autor dedicó a sus hijos doce cuentos de Caperucita, diferentes de la versión conocida. Están destinados a los niños y también a quienes, no siéndolo ya, conservan algo de la perplejidad que suele extraviarse al trajinar la vida.
Cuentos chalados
Asaz la realidad es hostil y, lo que es peor, mecánica, insoportablemente mecánica. Lo saben los artistas y los poetas. En estas historias breves Jacinto y otros personajes de Dermardirossian quieren regresar al terreno fecundo de los sueños.
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Las Memorias del Hurtacruz De Raffi (Hagop Melik Hagopian). Traducción de Berg Agemian. Primera edición gráfica en español, Claridad, Buenos Aires, 1949. Segunda edición, Diario Armenia, Buenos Aires 2007, con prólogo del titular de este sitio.
Operación Némesis
Acta del proceso a Soghomon Tehlirian por haber ajusticiado al Gran Visir turco Taleat Pashá. Traducción de Bedros Agopyan. Primera edición gráfica en español, Buenos Aires 1973. Esta edición digital tiene prólogo de Leopoldo Schiffrin, reflexión de Arnaldo H. Corazza y epílogo de Eduardo Dermardirossian.
